Lo prometido es deuda! y volvemos a la cocina con recetas saladas (y alguna que otra dulce que vendrá en breve, lo aseguro!!)
Hoy os voy a enseñar unas rodajas de calabacín al horno muy crujientes y, para qué mentiros, muy poco light.
El otro día me regalaron varios calabacines inmensos en el pueblo, y no sabía que hacer así que me puse manos a la obra, y después de hacer cremas y demás, decidí hacer una cena de esas que apetecen mucho y que van directas al michelín. Eso sí, es fácil, fácil, como a mí me gusta 🙂

¿Qué necesitamos?
1 calabacín gigante
150 gr poco de pan rallado
300 gr de queso rallado
pimienta molida
1 cucharadita de ajo en polvo
perejil picado
sal
mayonesa (sí, sí, como lo leéis, MA-YO-NE-SA!)

Nos ponemos manos a la obra!!
Precalentamos el horno a 180º. Cortamos el calabacín en rodajas. Yo no le quito la piel…