Publicado en: RevistaES del Periódico Hoy (20 de Diciembre 2014)
Hay quienes dicen que vivimos una “burbuja gastronómica”, que la cocina es un fenómeno de moda como las barbas de leñador o los lentes de pasta. A mi parecer no es así, no creo que –salvo que nos abduzcan los marcianos- perdamos el interés por comer productos de mayor calidad, mejor cocinados, más nutritivos o exóticos. Me cuesta pensar que esta fiebre gourmet tenga un fin próximo, pero tampoco negaré la realidad del boom gastronómico
¿A que se debe? ¿Por qué vivimos esa euforia de televisión culinaria, medios especializados y colmados delicatessen? Sin duda la respuesta va ligada a la sociedad del bienestar y a la disociación entre comida y cocina. Trataré de explicarme: el cocinar ya no es una necesidad cotidiana, la mayoría de nosotros -por cuestiones de la vida diaria- comemos fuera de casa, tiramos de pre-cocinados, take…
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